La otra Charlene
Nos la han vendido como una campeona de la natación, sin esqueletos en el armario, dócil y con el mismo rostro angelical que Grace Kelly. Pero la verdadera Charlene Wittstock tiene un pasado, hace tiempo que cambió las piscinas de Durban por las boutiques de París, y por si alguien cree que será un florero, sepan que planea cambiar hasta la decoración de palacio.