La debilidad de Ernesto
Ni el aire de los Alpes, ni la medicina hindú, ni el amor hacia su hija han conseguido que Ernesto de Hannover supere su adicción a la bebida. Tampoco la grave pancreatitis que sufrió en 2005. Seis años después, el todavía marido de Carolina de Mónaco vuelve a ingresar en un hospital por culpa de sus excesos. Nada indica que esta vez sea la definitiva.