La duquesa de Alba según Cayetana

Personajes

Dice que no se ha operado, que no se maquilla y que no tiene tanto dinero en efectivo como se piensa. Tras su comentada boda con un hombre un cuarto de siglo más joven que ella, Cayetana Fitz-James Stuart se suma a la polémica con la publicación de unas breves memorias en las pone los puntos sobre las íes y no deja títere con cabeza.

La duquesa de Alba está recién casada pero, a diferencia de otras novias, todavía no ha disfrutado de su luna de miel porque está en plena promoción de su biografía: Yo, Cayetana. La existencia de estas memorias era un secreto a voces, pero ha sido una sorpresa que formaran parte del paquete de boda. El libro ha salido a la luz menos de una semana después de su enlace con Alfonso Díez, el pasado 5 de octubre. ¿Qué mejor promoción que la boda más polémica del año en España? habrá pensado la duquesa, que de tonta parece no tener un pelo. Tailandia, por tanto, deberá esperar. Y más ahora que está convaleciente por una fisura en la pelvis tras resbalarse con una alfombra.

El libro, por cierto, también ha contado con otra herramienta de promoción para disgusto de la autora. Nos referimos a la publicación de unas fotos de Cayetana en topless a sus 55 años en una playa de Ibiza. Las imágenes se tomaron hace treinta años pero la revista Interviú las guardó en el cajón a petición del rey Juan Carlos. Ahora, animados por el fervor que ha despertado el personaje estos días, han sacado a la luz tan preciadas imágenes.

¿Y qué cuenta la biografía escrita por la propia Cayetana de Alba a sus 85 años? Pues en realidad poco, si tenemos en cuenta que su vida ha estado llena de anécdotas y personajes que forman parte de la historia. Ella, sin embargo, ha resumido todos estos capítulos en menos de 280 páginas en las que plasma su rebelde personalidad, su labor en la Casa de Alba, y de paso, aclara los mitos y leyendas que la rodean.

La duquesa recoge su noviazgo con Alfonso, pero se detiene bastante en su infancia y juventud, una época que define como “dura y solitaria” debido a la muerte de su madre cuando era una niña, pero también a los acontecimientos históricos que le tocó vivir y a una educación estricta y propia de su rango, en la que no se incluía un beso de buenas noches. “Crecí sin madre, he vivido la Guerra Civil Española – en la que bombardearon su casa de Madrid – y la Segunda Guerra Mundial  (vivía en Londres cuando los alemanes atacaron la ciudad). Pero fui educada para no quejarme”. Aunque en otros momentos dice, con resignación: “no me quedaba más remedio que aguantarme”.

Se retrata a sí misma como una mujer con “un genio de mil demonios”, testaruda y maniática in extremis por el orden y sus cosas. Asegura que jamás se le ha resistido ningún hombre y presume de su apodo de ‘bombilla’ porque de joven “tenía un montón de moscones y moscas alrededor de mi luz”.

Pero sobre todo es un espíritu rebelde y bohemio al que vale más no intentar dominar. Pone el ejemplo de cuando era pequeña y su padre la obligaba a alisarse el pelo. Como ella adoraba sus rizos naturales, se compró una peluca de tirabuzones que usaba para ir por la calle. Lo hizo con las armas de las que una niña de su posición disfrutaba: “O la institutriz me compraba la peluca o hablaba mal de ella a papá con el riesgo de que la despidieran”.

Su testarudez la ha llevado a equivocarse “muchas veces”, pero no arrepiente de nada. Si acaso de no haber aceptado posar desnuda para Picasso emulando el cuadro de La Maja Desnuda de Goya. No lo hizo porque “en aquel momento España no lo hubiera aceptado”.

Cayetana también desvela datos curiosos sobre su vida. Como por ejemplo que ha tenido once embarazos, de los que sólo sobrevivieron seis hijos, que ha estado a punto de sufrir un accidente de avión en hasta tres ocasiones, que cuenta con un cementerio para sus perros en su palacio de Madrid, y que ella y sus criados han sido testigos de fantasmas en varias de sus residencias. También tiene claro que será incinerada y que su epitafio rezará: “Aquí yace Cayetana, que vivió como sintió”.

A sus 85 años está ya de vuelta de todo, y como, además, hace y dice lo que le da la gana, aprovecha en el libro para criticar desde el divorcio – “siempre me ha parecido muy mal porque soy muy católica. Soy una mujer libre, pero soy una mezcla rara, he nacido así” – hasta José Luis Rodríguez Zapatero – “si en estos momentos, con este presidente, no estuviera el Rey…”. Tampoco se corta en decir que a veces le aburren los aristócratas y que por ello prefiere “a la gente de la calle”.

Dice que fue amiga de Maria Callas y Jackie Onassis, pero al armador griego lo describe como “desagradable, zafio y grosero”. A Grace Kelly la tilda de “estirada” y afirma ser testigo de la rivalidad que existía entre la viuda de Kennedy y la princesa de Mónaco a raíz de que el Principado no asistiese a los funerales del presidente asesinado. De hecho, en una ocasión, tuvo que alojarlas en diferentes lugares. A Jackie en la antigua habitación de la emperatriz Eugenia, a Grace en un hotel. Queda claro a favor de quien estaba.

Por criticar, critica hasta sus hijos – “me han salido complicados” – y no se corta a la hora señalar a sus favoritos. Reconoce, eso sí, que ha sido “mejor esposa que madre”.

En el apartado de los hijos hay algunas lagunas. La que más, el misterioso incidente de 1999 en el que su querida nuera Matilde Solís – la que hubiera sido futura duquesa de Alba – sufrió una herida de escopeta dentro de su casa. Siempre se ha sospechado que fue un intento de suicidio y al final el primogénito de Cayetana se divorció, pero en el libro apenas lo menciona y mucho menos lo aclara. En cambio, para gran sorpresa del público español, confirma que su querido ex yerno, el torero Fran Rivera, le puso los cuernos a su hija. La duquesa siempre ha dicho que quiere al torero “como si fuera un hijo” a pesar de la infidelidad, pero en libro da la sensación incluso de que reproche a su hija por no haberlo perdonado.

Capítulo aparte son los matrimonios de esta mujer, que se ha casado tres veces sin divorciarse ninguna. Recupera la mítica frase que lanzó en su día – “Jesús y yo jodemos todas las noches” – para desmentir que su segundo esposo fuera gay. Aunque esta vez ha cambiado el verbo por “hacer el amor”.

Puesto que sus dos primeros maridos murieron de cáncer, siente que a pesar de haber tenido mucha suerte en la vida, no la ha tenido en el amor, y confiesa haber padecido depresiones terribles tras sus fallecimientos. De la última la salvaron sus nietos más pequeños y… Alfonso Diez, el funcionario de Estado, 24 años más joven que ella. Vuelve a explicar que se conocieron en la tienda de antigüedades de la familia de éste hace tres décadas, donde al parecer Alfonso se enamoró de ella aunque se lo guardó durante todo este tiempo. “Mira que eres idiota, por tímido hemos perdido treinta años”, le ha espetado la duquesa a su ya maridito.

Habla de la oposición de sus hijos hacia éste (aunque sin muchos detalles), y dice que ellos no la entienden. “¿Cómo explicar que espero su llegada a Sevilla cada fin de semana – el funcionario trabajaba en Madrid hasta la boda – como el que necesita el aire que respira? ¿Por qué tengo que renunciar a esta sensación? ¿A quién hago daño? ¿Acaso mis hijos han sido modélicos en sus vidas de pareja (todos los que se han casado se han divorciado al menos una vez)?”.

El libro – en las listas de los más vendidos – recoge, sin embargo, algunas contradicciones. Dice, por ejemplo, que “no soporta” el maltrato animal, pero defiende las corridas de toros. “Es perfectamente compatible “. Además, “cuando hay sangre, nunca miro”.

También cuenta que su familia se alejó de Franco al ver que éste no se daba prisa en restaurar la monarquía (los Alba eran íntimos del exiliado Alfonso XIII). Narra algunos episodios desagradables como cuando el dictador quiso que su hija celebrara su puesta de largo el mismo día que Cayetana, y el duque de Alba se negó. “Todavía hay clases”, le soltó a Franco. Sin embargo, tras la muerte del dictador “hice declaraciones cariñosas sobre él y su papel porque al final dejó a nuestro maravilloso Rey”.

Eso sí, la jefa de los Alba aprovecha el libro para poner el punto sobre las íes en lo referente a todos los rumores que circulan sobre ella o su familia. A saber: que la maja de los cuadros de Goya no fue la XIII duquesa de Alba. De hecho Cayetana llegó a exhumar los restos como prueba. O que no cree que sea cierto que Wallis Simpson dijera en su momento que “se necesitan cuatro duquesas de Alba para hacer una Wallis Simpson”. Hay más:

SE DICE QUE… la duquesa de Alba es la persona con más títulos nobiliarios del mundo y que hasta Isabel II debe hacerle una reverencia. CAYETANA CONTESTA… “Que escriban lo que quieran, se han dicho tantas cosas sobre mí. Unas pocas, verdaderas; otras muchas, falsas; y bastantes, simplemente bobadas”. En cuanto a lo de la reina de Inglaterra, “es una sandez”. CONTRARRESPUESTA: Según el Libro Guinness de los Récords, es la noble con más títulos reconocidos por un gobierno vigente.

SE DICE QUE… su ideología es socialista, entre otros, por su afición al Betis – tradicionalmente el equipo de fútbol de la clase trabajadora de Sevilla – y porque su segundo marido, un ex jesuita, intentó aproximar a cristianos y marxistas. CAYETANA CONTESTA… “Voté a Felipe González pero del resto de veces no digo nada”. Ahora bien, deja claro que “soy partidaria de la monarquía hasta la muerte”.

SE DICE QUE… es una de las mujeres más ricas de España (se le calcula un patrimonio de 3.000 millones de euros según algunos medios españoles). CAYETANA CONTESTA… o mejor dicho, se pregunta, “dónde están esos millones, porque ni los cuadros ni los palacios se pueden vender (…)  a nosotros el dinero en metálico nunca nos ha sobrado (…) no he podido dar a mis hijos todo lo que necesitaban”. De hecho, cuenta que una vez tuvo que vender una diadema muy querida para poder pagar el caballo de competición de su hijo jinete.

SE DICE QUE… los hombres sólo la buscan por sus títulos y dinero (es la mayor crítica que ha recibido Alfonso). CAYETANA CONTESTA… “jamás he tenido dudas de que ha sido porque soy una persona especial (…) soy atractiva, interesante, diferente y original”.

SE DIQUE QUE… su rostro es producto de la cirugía estética. CAYETANA CONTESTA… “nunca me he operado”. En una reciente entrevista añadía: “sólo me hago un masaje al mes, me cuido la piel con cremas y procuro no ponerme al sol”. Además, en el libro afirma que “nunca he utilizado maquillaje, salvo en los últimos años, que me pinto la raya de los ojos (…) Nunca me he pintado los labios, salvo para alguna ocasión especial”. CONTRARRESPUESTA: Las fotos de antes y ahora son testigo de cómo su boca se ha agrandado con el tiempo y de que se pinta los labios en más que “alguna ocasión especial”. De hecho, son pocas las fotos en las que aparezca con los labios sin maquillar.

SE DICE QUE… fue amante de Antonio El Bailarín mientras estuvo casada con su primer marido. El famoso bailaor lo contó en sus memorias, donde narró al detalle su primer encuentro sexual. “Nos veíamos al menos dos veces a la semana (…) Fernando – el cuarto hijo de la duquesa – es mío (…) algún día se reconocerá que yo soy el padre”. CAYETANTA CONTESTA… “Si no hubiera sido porque es de la otra acera, como decíamos entonces a los homosexuales, Antonio podría haber sido un amor en mi vida, pero no lo fue (…) No sé porqué escribió aquellas memorias tan falsas y dañinas. Hay sentencias judiciales que gané por falsedad y mentiras (…) creo que estaba solo, resentido y amargado. Es la única explicación”.

SE DICE QUE… Cayetana e Isabel II eran rivales (pertenecían al mismo círculo social de Londres). Se casaron con un mes de diferencia y se acusó a la primera de celebrar una gran boda para desmerecer la de la futura reina. CAYETANTA CONTESTA… “fue la prensa quien estableció esa rivalidad (…) lo único que pretendíamos era que resultara agradable para los invitados y que fuera un día inolvidable para nosotros”.

SE DICE QUE… Cayetana y Alfonso podrían adoptar un hijo. CAYETANA CONTESTA… “éste es un tema que, por el momento, no hemos abordado”.