El año en que Felipe y Letizia reflexionaron

Monarquía española

Hace cinco años Felipe y Letizia salían de la catedral de La Almudena convertidos en marido y mujer. El público ha sido testigo de sus andanzas durante este tiempo. Pero pocos, en cambio, lo fueron de su noviazgo. La periodista y escritora Pilar Urbano cuenta a CARAS algunos detalles de los trece meses más desconocidos de la pareja.

La relación entre los príncipes antes de casarse fue todo menos fácil. El príncipe tuvo que luchar dos veces. Primero para conseguir el sí de Letizia y segundo para obtener el sí del rey. Un año después de conocerla había logrado el sí de ambos y por fin podía anunciar su boda.

Su historia empezó en el mes de septiembre de 2002. O quizás un poco antes, cuando todavía no se conocían pero él ya se había fijado en la presentadora de televisión. El encuentro se produjo en casa del periodista Pedro Erquicia, compañero de trabajo de Letizia. A ciencia cierta no se sabe si hubo celestina pero Pilar sospecha que la cita no fue tan casual. “Era el cumpleaños de Pedro. El príncipe, como en otras ocasiones, había sido invitado y por razones de seguridad podía tener a acceso a la lista de los asistentes a la cena”. Letizia no aparecía en ella, pero su jefe sí lo estaba. “Casualmente la mujer de éste cayó enferma esa noche y Letizia acabó ocupando su lugar a petición del mismo”.

Sea como fuere, Felipe y Letizia no pararon de hablar toda la noche. “A Felipe le gustaba. El problema es que ella ya tenía chico”. También una carrera en la tele por la que luchar.

Felipe insistió. “Él fue quien tomó la iniciativa. Consiguió su teléfono y a partir de ahí empezaron los contactos”. Fue tenaz en su conquista. “Se había enamorado”, nos dice. Letizia, en cambio, no se lo puso fácil. Salir con un príncipe implicaba mucho. “Necesitaba pensar en ello”, continua. Finalmente aceptó. Urbano, que basa gran parte de su relato a partir de sus conversaciones con la reina y el príncipe, reproduce las palabras de Felipe acerca de la decisión de ambos. “Yo la elegí a ella y ella me eligió a mí”. A él, y a su vida, claro.

_PREGUNTA. ¿En qué momento su relación empezó a ser más seria?
_RESPUESTA. La relación se consolidó entre mayo y junio del año siguiente. Felipe quería hacerlo público pero Letizia pisó el freno. Sabía que, de no ser aceptada por palacio, el príncipe tendría que renunciar a ella, y no quería convertirse en otra Eva Sannum.

Alejados de los flashes de los paparazzis, el heredero al trono empezó una ronda de consultas para tantear el terreno. “Sabía que Letizia no iba a gustar a una parte de la sociedad por ser agnóstica, estar divorciada…”, explica Urbano. Le consultó al entonces presidente del gobierno, a sus antecesores, a antiguos jefes de la Casa del Rey, a sus hermanas. “Y vi que iba teniendo una respuesta positiva”, le contó el príncipe a la escritora.

Pero faltaba la autorización más importante: la de su padre. Felipe se lo dijo primero a doña Sofía. Urbano, autora de la biografía autorizada, La Reina muy de cerca, narra aquel momento en el libro: “El príncipe no se perdía ningún telediario presentado por Letizia. En pleno mes de agosto y ante la escasez de noticias su madre se preguntaba: ‘¿Qué tendrá el telediario de las tres?’. La respuesta la obtuvo días más tarde. ‘He conocido a la chica de mi vida y hemos pensando en casarnos’ ”.

Poco después hizo partícipe a su padre sus intenciones.

_P. ¿Cómo fue el encuentro entre don Juan Carlos y Letizia?
_R. Se produjo en septiembre. El príncipe había preparado una merienda-cena para los cuatro. La propia reina me describió la escena: “Tomábamos aperitivos con toda naturalidad pero todos estábamos como flanes”. El príncipe llevó el peso de la conversación durante la velada. La reina también me contó que Letizia se mostró ni muy tímida ni muy espontánea.

Con la bendición del rey, la pareja empezó a contar con la ayuda de un dispositivo de seguridad para extremar su privacidad. “Se producían escenas en las que ella cogía el coche, lo dejaba en un sitio, él la esperaba en otro… Todo sin dejar pistas. Parecía una película de James Bond”, bromea la escritora. Sólo los amigos más íntimos conocían su historia.

Un mes después, el 30 de octubre de 2003 Letizia presentaba su último informativo. Al día siguiente la Casa Real anunció el compromiso y el resto es historia.