Ignacio Escolar: “Mi blog cambió mi trabajo”

Sociedad

Ignacio Escolar (Burgos, España, 1975) es uno de los periodistas y bloggers más reconocidos de su país. Su blog – Escolar.net- supuso un punto de inflexión en el panorama bloguero español y en su propia carrera profesional. Si antes de ya había demostrado ser un periodista todoterreno y capaz, después de tocó casi el cielo tras fundar un periódico de papel –Público– con tan sólo 31 años. Mientras, desde 2003 y hasta el día de hoy, se dedica a escribir sobre actualidad política en su famosa bitácora.

(Entrevista destinada a Caras Chile no publicada)

Todo un referente en la blogosfera, la crítica también ha estado a su favor, otorgándole varios premios en los últimos años. Fuera ya de Público y reconvertido a columnista y tertuliano, el futuro de Escolar.net pasa por una versión 2.0 en la que, por supuesto, ya incluye Twitter y Facebook.

Puesto que estamos ante un experto en Internet, conversamos con Ignacio – Nacho, para los amigos – a través del chat de Gmail. Vírgenes ambos en hacer entrevistas a través de la red, el experimento es cuanto menos curioso. Poder revisar lo escrito antes de darle a la tecla Intro es un lujo, y formular la pregunta o pensar la respuesta sin la presión del otro mirándote a los ojos, un alivio. Pero servidora echa en falta la espontaneidad que proporciona el tête-à-tête y la falta de contacto físico. ¿Cómo saber si el entrevistado se ríe o está molesto? Menos mal que siempre quedan los símbolos 😉

He aquí un extracto de nuestra charla en la red:

@PREGUNTA: ¿Para qué sirve un blog hoy en día?

@RESPUESTA. Para lo que quieras. Un blog es una herramienta de comunicación que puede servir como medio informativo, como terapia personal, como herramienta de autopromoción, como medio literario… Sirve para todo lo que ha servido la imprenta, sólo que ahora es un medio al alcance de todos. Para poner en marcha un blog sólo hacen falta las ganas y una conexión a Internet.

@P. ¿Qué hay que hacer para que un blog tenga éxito?

@R. Supongo que tiene que ver con escoger un tema que tenga interés y del que tengas algo que decir. Yo intenté aplicar algunas de las reglas básicas del periodismo, como hablar con las fuentes.

@P. En la cabecera de tu blog se puede leer la frase ‘En aquel momento parecía una buena idea’. ¿Qué te llevó a abrir un blog?

@R. Empecé en el año 2000 creando Spanishpop.net, una comunidad sobre música independiente. Llegó un momento en que escribía sobre otras cosas, así que decidí abrir mi blog, aprovechando también que me había roto el hombro y estaba en casa con mucho tiempo libre. El lema es una frase de los Siete Magníficos. Me parece una frase genial porque hay cosas que he escrito que me siguen pareciendo una buena idea y otras, no.

 @P. En Escolar.net empezaste escribiendo sobre tecnología…

@R. Los blogs, como casi todo en Internet, no suelen ir por el cauce que diseñas al principio. Yo entonces trabajaba como periodista especializado en nuevas tecnologías, pero me gustaba la política, y en mi blog, que era mi hobby, me puse a escribir sobre las dos cosas. A la larga, yo mismo me he pasado al periodismo político. Mi blog cambió mi trabajo. De todos modos lo veo como un proyecto vital. No sé de qué escribiré dentro de unos años.

@P. ¿Tuviste problemas con el blog mientras fuiste director de Público?

@R. Tuve críticas. Para muchos compañeros que un joven blogger fundase un diario era casi una provocación. Ridiculizaban mi trabajo como si sólo hubiese sido blogger antes que director. Es cierto que en aquel momento era más conocido por mi blog que por mi carrera, pero eso es porque mi blog ya era entonces muy popular.

@P. ¿Cuántas horas al día le dedicas a tu blog?

@R. Depende del día, pero rara vez baja de la hora diaria.

@P. ¿Quiénes son para ti los gurús de la blogosfera?

@R. A mí me gusta especialmente la gente de boingboing.net

@P. Forbes publicó hace unos meses la lista de los bloggers más influyentes con Perez Hilton a la cabeza. ¿Estás de acuerdo?

@R. Perez Hilton, sin duda, influye muchísimo en el gossip. Pero la influencia es algo poco medible. Arianna Huffington, por ejemplo, creo que influye mucho más.

@P. Los blogs se valoran según el número de visitas o enlaces que tengan. ¿Es suficiente?

@R. Se pueden usas esas métricas para comparar distintos blogs dentro de una misma categoría. Pero no para medir la influencia en términos absolutos. Es posible comparar un blog de política con otro de política, pero no a Perez Hilton con boingboing. Aunque yo no me quejo. A mí me va bien 😉

@P. ¿Cuáles son los aspectos más negativos de la blogosfera?

@R. El balance global es muy positivo, pero la parte mala es lo fácil que se cuela la propaganda y lo rápido que se propagan algunas mentiras evidentes.

@P.  Facebook, Twitter, My Space… ¿qué nos han aportado?

@R. Hemos cambiado nuestra intimidad a cambio de nuestros recuerdos, música y conversación. A mí me parece un buen trato. Aunque hay que saber qué se cuenta. Internet es la plaza del pueblo, no debes hacer allí lo que no harías en la calle.

@P. En una época en que los periódicos online casi todo lo que hacen es copiar teletipos y volcar los contenidos de papel, ¿son los blogs una alternativa?

@R. En parte sí, pero por la dejadez de los propios medios. Gran parte de los blogs que sigo están escritos por periodistas; si escriben ahí es, en parte, porque en su blog tienen la autonomía que no tienen en sus trabajos.

@P. ¿Qué opinas de cobrar por los contenidos de los medios online como quiere hacer Murdoch? Si el resto aplica esta medida, ¿beneficiará a los blogs?

@R. Me parece un error, no va a funcionar. La gente no está dispuesta a pagar por la información en Internet, a no ser que sean precios muy baratos. Además, no se puede cobrar por noticias hechas a base de cortar y pegar teletipos. Si ese modelo se impone, beneficiará a los blogs y a los medio digitales (que habrá cientos) que decidan no cobrar.

@P. ¿Cuál es el futuro de los blogs?

@R. Habrá de todo. Ya hay gente que vive de los ingresos que genera su blog. Pero la mayoría seguirán siendo algo muy parecido a lo actual: personas que escriben por el simple placer de comunicar.